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Un muchacho caminaba por un parque en Colombia, cuando notó a una chica hermosa que paseaba con tranquilidad. Intrigado por su belleza, decidió dar una vuelta por el parque para cruzarse con ella. Al acercarse, le sonrió y le comentó lo hermosa que le parecía, preguntándole a qué se dedicaba. Ella, con una sonrisa amable, mencionó que tenía pareja y que solo había salido del trabajo para tomar un poco de aire fresco.
A pesar de la mención de su pareja, el joven no se desanimó y le propuso ir a comer algo o quizás disfrutar de un helado juntos. Ella, sin mostrar incomodidad, aceptó la invitación, y ambos se encaminaron a una pequeña heladería cercana. La conversación fluía con naturalidad, y la conexión entre ambos se hizo evidente. Al finalizar el paseo, el joven la invitó a su departamento para continuar la charla en un ambiente más tranquilo.
Una vez en el departamento, la atmósfera cambió. Estar a solas generó una creciente tensión entre ellos. Las palabras se hicieron más escasas, mientras las miradas y los gestos se volvían más significativos. Finalmente, la atracción fue inevitable, y lo que comenzó como un encuentro casual terminó en apasionados besos que fueron escalando a caricias atrevidas, un delicioso sexo oral y el coito más rico que tuvo la colombiana en su vida.
En una concurrida parada de bus en la ciudad, Ambar, una hermosa colombiana de ojos brillantes, se encontraba esperando el transporte que la llevaría a casa. El calor del día la tenía inquieta, y aunque varios buses pasaron, ella terminó perdiéndolos sin subir. Mientras miraba distraída si tenía la suerte de que otro bus venga, un joven se le acercó, con una sonrisa suave y una mirada decidida. Era amable, educado, y tras intercambiar algunas palabras, le propuso algo inesperado. “Yo te puedo llevar a casa, incluso ahora que te veo bien, encajarías perfecto para grabar unas escenas para un film porno que estoy haciendo," dijo él con una seguridad que la desconcertó. Ambar, intrigada por la oferta y sintiendo una chispa de curiosidad, aceptó sin pensarlo demasiado, pues también le gustaba la idea.
En un intento por demostrar su sensualidad y coquetería, la bella Ambar abrió su blusa dejando ver a plena vista sus enormes y redondos senos, terminando de convencer al sujeto de que ella era la ideal para el casting. Después de eso él la llevó consigo a un auto rumbo a la escena de grabación. La tarde tomó un giro inesperado cuando ambos llegaron al departamento Ambar, consciente de la proximidad de sus cuerpos, sentía que la temperatura subía con cada palabra, cada gesto.
El hombre se acercó más de lo necesario, y antes de que Ambar pudiera reaccionar, sus labios se encontraron en un beso profundo y apasionado. Cargándola para subirla a la cama y abrirle la blusa, besándole los senos, terminaron por desnudarse mientras ambos se entregaban a la pasión acumulada.
Un día en el consultorio de masajes de la hermosa Emily Thorne llega a ir el conocido personaje “el chaparro”, mientras su cuerpo está siendo masajeado por las delicadas manos de Emily Thorne, al finalizar los deliciosos masajes el chaparro terminó muy caliente por tener a una joven rusa de muy sexy figura a su lado, aún insatisfecho pregunta por su final feliz. Pregunta la cual ella responde de una manera un tanto despectiva, le da una negativa definitiva botándolo del salón, saliendo demasiado molesto y desilusionado.
En ese momento entra Reynell al salón un atlético moreno muy atractivo cuál un amigo le recomendó ir a ese salón de masajes, al momento de entrar él se desviste, provocando una mirada de deseo en la masajista rusa, ella cumpliendo su trabajo empieza a masajear con aceite su cuerpo para poder relajarlo, él se da la vuelta dando la cara al cielo y mostrando su miembro erecto cuál provoca deseo en la masajista haciendo que considere darle a él su buen final feliz.
El afortunado Reynell mantuvo una firme erección que la rusa no dudó en meterse en la boquita, chupando cual si estuviera hambrienta de semen. Después de dedicarle la mejor chupada, ella recibió también un buen sexo oral por parte del moreno atlético, después de dejarla con muchas ganas, ella misma le pidió a Reynell ser penetrada con deseo.
La colombiana Wanda Maloo se encuentra en la ciudad de Lima, ella estaba esperando a unas amigas para salir de compras, pero no le respondían el teléfono. Wanda totalmente asustada, no sabe a donde ir, pero misteriosamente se le acerca un sospechoso sujeto que le ofrece ayuda, Wanda un poco tímida al inicio le acepta la conversación, mientras se cubre las grandes tetas que tiene al misterioso sujeto impresionado, poco le importa parecer evidente delante de Wanda, y le propone ayudarla y de todas maneras llevarla a su departamento.
Este sujeto le platica que esa zona donde ella se encuentra es muy peligrosa, llega a convencer a Wanda llevándosela a su departamento, una vez ambos estuvieron ahí, él pudo notar lo sensual que era la colombiana, con su perfecto par de tetas escondidas en su pequeño top y un culo espectacular que luce hermoso en ese par de shorts blancos.
Él empieza a cortejarla y a ser servicial hasta contarle la verdad acerca de él, ya que él es un actor de cine para adultos y ella llega a darse cuenta de que él tiene cámaras ocultas grabando todo desde que ella entró diciéndole que tiene pensado grabar una porno con ella y la trajo a su casa, él empieza sacarse la verga y a metérsela a Wanda y a follársela de manera fuerte.
Llegó San Patricio, la fiesta más esperada por muchos, sobretodo por Marco, el inmaduro y bromista novio de Ebony, una sensual y hermosa mujer morena de curvas despampanantes y enormes tetas, mismas tetas que serían besadas y chupadas por un inesperado visitante.
Terminando la fiesta de San Patricio, Marco quería seguir festejando y ya estaba incomodándo a los demás, por el contrario de Ebony quien ya quería irse a casa, sin esperarlo ella se fué de la fiesta y Marco la siguió, no sin antes llevarse un pequeño recuerdo, una olla verde con monedas dentro.
Una vez en casa, la sensual Ebony notó que la olla tenía algo mágico y de ahí salió un pequeño duende tatuado y vergón. La putita no resistió sus ganas y acabó chupando esa tremenda verga del duende.
Una joven hermosa y sexy llegó a Perú con la esperanza de abrirse camino en el mundo del modelaje. Mientras esperaba en un paradero, un hombre desconocido se acercó a ella, haciéndose pasar por fotógrafo. Deslumbrado por su belleza, le propuso una sesión de fotos que parecía irresistible. A pesar de sentir un poco de nervios y desconfianza, la modelo aceptó ir a su departamento para la sesión.
Una vez allí, el fotógrafo le sugirió que modelara descalza, a lo que ella accedió sin dudarlo. A medida que avanzaba la sesión, él le propuso quitarse la parte superior de su atuendo. Sin embargo, la mujer no llevaba sostén, lo que la sorprendió. Él, al percibir su incomodidad, ofreció un incentivo, y ella, atraída por la posibilidad de una gran oportunidad, decidió continuar desnudándose poco a poco.
A medida que la sesión avanzaba, la tensión entre ambos crecía. El fotógrafo le pidió que se despojara de toda su ropa, insinuando que quería algo más que solo fotos. La modelo, dispuesta a darlo todo por su carrera, solicitó un poco más de compensación para seguir adelante. Así, el ambiente se volvió cada vez más cargado de deseo, llevando a ambos a una situación de intensa intimidad que iba más allá de lo profesional.
La guapísima Anet Centeno de cuerpo esbelto y fitness, regresa de correr diariamente, pero siente contracturadas algunas partes de su hermoso cuerpo, por lo que decide llamar a una clínica masajista para que le envíen a alguien y así poder ayudarla con esa tención, mientras espera al masajista, ella decide darse una ducha de agua caliente y relajarse tocándose esa linda vagina rosada que lleva dedeandose de manera mas rapida, mientras se ducha, pensando que la follan.
Una vez el masajista llegó a casa, le pregunta qué parte del cuerpo le duele, ella sutil y coquetamente le indica en qué parte siente tensión. Haciéndolo tocar su delicado y femenino cuello, mismo que el hombre comenzó a masajear hasta hacerla sentir caliente.
Proceden a ir al cuarto y siguen con algunos estiramientos. Ella, una vez acostada en la cama, y él, con aceite en las manos, procede a recorrer todo el escultural cuerpo de la sensual dama, totalmente desnuda. El atrevido masajista acaricia casualmente la initimidad de Anet, ella sin oponerse, sigue disfrutando del masaje íntimo. La sexy mujer se excitó al punto de tocar al masajista y pedirle darle una mamada, y terminará siendo follada como toda una putita, relajándola mucho más de pies a cabeza .
Un joven peruano se encontraba caminando por las calles de Lima cuando se cruzó con una hermosa mujer venezolana que parecía estar perdida. Notando su confusión y su atractivo físico, el joven se ofreció a ayudarla. A pesar de su deslumbrante apariencia, la mujer estaba vulnerable al no conocer la ciudad, por lo que aceptó su oferta de guía. Mientras caminaban, él intentaba ganarse su confianza con algunos comentarios halagadores.
El joven, decidido a llevarla a su departamento, usó su simpatía y astucia para convencerla de que era una persona de fiar. Ella, al no conocer a nadie más en Lima, empezó a sentirse a gusto con él. Pronto, el ambiente entre ambos cambió, y la venezolana comenzó a coquetearle, invirtiendo el juego de seducción. El joven, impresionado por su audacia, se dejó llevar por la situación.
Lo que comenzó como un encuentro casual en las calles de Lima terminó en una explosión de pasión en su departamento. La tensión que se había acumulado entre ambos culminó en un intenso momento físico. Ambos, entregados al deseo, disfrutaron de la química que había surgido desde el principio. Este tipo de situaciones resalta la importancia de las dinámicas de poder en las relaciones humanas, un tema ampliamente abordado en estudios de psicología social que podrían interesarte si deseas explorar más.
Una bella modelo de tez blanca con grandes tetas y un delicioso culo está sentada sola porqué su enamorado la dejó, la encontramos en las calles y nos contó su historia, como no podemos dejarla así a esa ella chica decidimos ayudarla a vengarse de su enamorado haciendole una propuesta algo caliente cual ella acepta de manera coqueta, esa propuesta es obviamente ir a tener sexo.
Vane Medina, acepta la propuesta de ir a follar con ese hombre con tal de olvidar a su ex, en el departamento donde van, ella se sorprende al ver su carnoso y grueso miembro del extraño y disfruta ser tratada como una puta en la cama por ese hombre.
Ya que una de sus más grandes habilidades de la colombiana es dar excelentes mamadas a gruesos penes, por lo general esos orales terminan en una buena cogida, como su ex novio no le daba una buena cogida hace mucho, ella aprovechó tremendo miembro para coger como una buena puta.
El técnico de internet llegó puntualmente a la casa de Mariana y Henry para arreglar el Wi-Fi, que llevaba días fallando. Al abrirle la puerta, Mariana lo recibió con una sonrisa, notando de inmediato lo guapo que era. Mientras Henry, ajeno a la situación, estaba concentrado en sus videojuegos en la habitación, Mariana no podía evitar sentirse atraída por el técnico. Vestía unos shorts cortos que dejaban al descubierto sus piernas, y con cada paso que daba mientras el técnico trabajaba, sus coqueteos sutiles aumentaban la tensión en el ambiente. Ella pasaba cerca, fingiendo observar el trabajo, pero en realidad buscando llamar su atención.
El técnico se concentraba en la reparación, pero no era inmune a los encantos de Mariana. Cada vez que ella se acercaba, podía sentir la energía entre ellos intensificarse. Sus miradas se cruzaban ocasionalmente, y aunque ambos parecían mantenerse en su papel, la tensión sensual se volvía más evidente con el paso de los minutos. Henry seguía absorto en su juego, ajeno a la sutil danza que ocurría entre Mariana y el técnico, mientras ella continuaba paseándose por la casa, aumentando el coqueteo sin decir una palabra explícita.
Cuando el técnico terminó el trabajo y estaba a punto de irse, le pidió a Mariana si podía usar el baño antes de marcharse. Ella, con una sonrisa astuta, vio en esa solicitud una oportunidad. Mientras él estaba en el baño, Mariana lo siguió y, aprovechando el momento de privacidad, lo sorprendió al acercarse rápidamente. Sin decir nada, se inclinó hacia él y lo besó, como si toda la tensión acumulada en el aire durante su visita se hubiera liberado de golpe. El técnico, sorprendido pero igualmente atraído, correspondió al beso, incluso dándole algo más, la mejor follada de su vida, sabiendo que ese trabajo de reparación había terminado de una manera mucho más inesperada de lo que imaginaba.
Nicol llegó una tarde a casa de Lisa, su hermanastra mayor. Con los ojos llenos de lágrimas y el rostro desencajado, se abrazó a ella en cuanto abrió la puerta. Lisa, una mujer mayor de aproximadamente 50 años con un corazón generoso, no dudó en recibirla. Aunque sabía que no había consultado aún con su esposo, su instinto protector la llevó a decirle que podía quedarse todo el tiempo que necesitara. Mientras acariciaba suavemente el cabello de Nicol, le prometió que estaría segura bajo su techo hasta que las heridas emocionales sanaran.
Al día siguiente, el esposo de Lisa regresó del trabajo y, al ver a Nicol, no pudo evitar preguntar por qué estaba en la casa. Lisa, con un tono firme pero amable, le explicó la situación, asegurándole que Nicol se quedaría con ellos por un tiempo. A medida que los días pasaban, el hombre notaba con mayor frecuencia la presencia de Nicol, una joven de 20 años que irradiaba una sensualidad innata. Aunque trataba de mantenerse distante, había algo en sus miradas y en los pequeños gestos de ella que parecía buscar su atención. Las camisas mojadas, las prendas mínimas con las que solía andar por la casa... todo empezaba a generar una tensión creciente que él no sabía cómo manejar.
Una tarde, Lisa tuvo que salir de casa para resolver algunos asuntos, dejando a Nicol y a su esposo solos. La atmósfera era caliente, cargada de esa tensión sexual que había ido acumulándose desde la llegada de la joven. Nicol, aprovechando la ausencia de su hermanastra, se acercó a él con una sonrisa juguetona, como si todo estuviera planeado. Las palabras no fueron necesarias las miradas y los suspiros lo dijeron todo. En un arranque de pasión incontrolable, ambos se acercaron hasta que sus labios se encontraron en un beso ardiente, el cual selló lo inevitable, el sexo más desenfrenado y ardiente de tantos días de tentación y deseo reprimido.
Luffy (HenryCholo) un atlético joven capitán decidido a convertirse en el Rey de los Piratas, llider del barco "sombrero de paja" navegaba el Grand Line. Aquella tarde, Nami (Valentína Lombardi), la tripulante más sexy y tetona, se acercó con una noticia. "No nos queda demasiado oro", dijo, con una mezcla de tristeza y sumisión.
La luz del atardecer resaltaba la sexy figura de Valentina, mientras sus ojos se encontraban con los de Henry con un deseo notable en sus miradas. Por un momento, él quedó cautivado por su cuerpo escultural, pero respondió con determinación. "No temas de ningún peligro, mientras estés conmigo todo estará bien. ", dijo, mostrando la confianza que siempre lo caracterizaba, aunque mostrando ahora una lujuria inconmesurable.
El silencio entre ellos era denso y la tensión sexual Valentía incrementó, sus palabras cargadas de doble sentido y sensualidad. Con ese intercambio, un vínculo más profundo parecía formarse mientras ella se acercaba a besar a Henry las caricias muy pronto fueron escalando, continuando con un buen sexo oral, hasta culminar con firmes embestidas en su coñito mojado
Una profesora muy sexy y cachonda queda en dar clases particulares en su casa a un alumno poco hábil para los idiomas, este llega puntual para aprender más del curso del cual se encuentra muy bajo en notas, la profesora le enseña muy concentrada, pero nota que el muchacho no capta nada, así que decide provocar otro método para captar su atención y le dice que espere en la sala.
Ella va su cuarto y decide ponerse un baby doll muy sugerente y así enseñarle cositas al joven, este la ve y se sorprende, pero también parece más concentrado en la sexy profesora, y empieza a enseñarle las partes de su cuerpo e indicarle como se llaman.
La profe se calienta tanto que decide darle una mamada al muchacho como premio por su buen desarrollo en la materia, las cosas fluirán hasta terminar ambos desnudos y cogiendo en el sofá
Una Madrastra muy cachonda, va a despertar a su hijastro porque su amigo lo espera en la sala, ella lo destapa y se lleva la sorpresa que él duerme desnudo, él y su amigo regresan, él se va al baño y encuentra a la madrastra de su amigo tomando una ducha, la observa y ella lo invita a pasar, el amigo le tenia muchas ganas a la señora y por supuesto le dice que si.
El deseo era tan grande que ambos no pudieron evitar empezar a follar en plena casa, la hermosa mujer de piernas firmes y bien contorneadas exprimía la erección de aquel chico, chupándola con fuerzas.
Continúan follando y el hijastro sorprenderá a su madrastra y a su amigo teniendo sexo, ella golosa lo invita a unirse, él duda, pero ella le dice que no lo piense mucho, él se une al acto, los amigos se unirán para satisfacer a la puta de su madrastra, dándole una buena follada a esta deliciosa milf con hambre de 2 penes jóvenes porque el marido ya no la complace.
Reynell, un joven atlético de 24 años, decidió ir a almorzar a su restaurante chifa favorito después de una intensa sesión de entrenamiento. Al llegar, fue atendido por una camarera nueva que no había visto antes. Ella, de cabello castaño, piel pálida y unas curvas que resaltaban bajo su uniforme, le sonrió y llamó su atención de inmediato. Desde el primer intercambio de miradas, ambos sintieron una química notable. Mientras ella le tomaba la orden, las miradas se prolongaban un poco más de lo necesario, y pequeñas sonrisas cómplices comenzaban a fluir entre los dos.
A lo largo de la comida, los coqueteos se hicieron más evidentes. Cada vez que la camarera se acercaba a su mesa, le lanzaba pequeñas bromas y comentarios que hacían que Reynell sonriera, y él, sin perder el ritmo, le respondía con un tono seductor. Las miradas se volvían más intensas, y la tensión en el aire era difícil de ignorar. Ella encontraba excusas para acercarse a la mesa, mientras él disfrutaba cada segundo de esa inesperada complicidad. Los platos vacíos se acumulaban, pero la conversación silenciosa entre ellos seguía creciendo.
Al terminar su comida, Reynell, con un brillo en los ojos, decidió ir un paso más allá. Mirando fijamente a la camarera, con una sonrisa traviesa, le hizo una propuesta directa pero juguetona. La invitó a su departamento, insinuando que ahí podría darle una propina mucho más interesante que la habitual. Ella, sonrojada pero claramente intrigada, aceptó la invitación con una sonrisa cómplice. Sin palabras de más, ambos sabían que lo que había comenzado como una simple comida en un chifa terminaría con algo mucho más apasionado y fuera del menú.
Una mujer madura decidió reunirse con su amiga en el parque, pero mientras esperaba, un joven misterioso se le acercó. Ella lo rechazó inicialmente, considerando su juventud, pero el chico persistió y le propuso salir a comer. Tras un rato de espera y al ver que su amiga no llegaba, la mujer reconsideró su decisión y aceptó acompañarlo, sin mucho que hacer en la tarde.
El joven llevó a la mujer a su departamento, donde comenzaron a conversar. Él la elogiaba por cómo se conservaba a pesar de su edad, lo que la hizo sentir halagada. Sin embargo, la atmósfera se tornó intensa con el calor del verano; las manos del joven comenzaron a inquietarse y a acariciar el cuello de la mujer, revelando sus intenciones. Poco a poco, ella se dejó llevar por la atracción y el ambiente cálido que los rodeaba.
A medida que la seducción aumentaba, la mujer se entregó a la pasión del momento. Las barreras que había levantado comenzaron a desvanecerse, y ambos se dejaron llevar por el deseo. El encuentro culminó en una experiencia de placer y conexión, donde el calor de sus cuerpos se unió en una danza de deseo y satisfacción, marcando un giro inesperado en su tarde.
Reynell, un joven lleno de curiosidad por el mundo y con una pasión creciente por el idioma ruso, había decidido emprender un nuevo desafío en su vida, aprender ruso y, eventualmente, viajar a Rusia. Estaba fascinado no solo por la cultura, sino también por las mujeres rusas, cuya belleza y sensualidad lo tenían completamente cautivado. Tras buscar durante semanas, finalmente encontró a una profesora ideal para sus clases privadas: Emily, una rubia de buenos atributos físicos, sensual y coqueta, con años de experiencia enseñando el idioma. Todo parecía alinearse perfectamente, y con determinación, Reynell se inscribió para comenzar sus lecciones.
El día que Reynell fue a casa de Emily para su primera clase privada, algo más allá del simple aprendizaje comenzó a desarrollarse. Mientras repasaban las complejidades de la pronunciación rusa, la atmósfera se volvió densa y cargada de una energía que ninguno de los dos podía ignorar. La cercanía física al revisar las frases, los pequeños roces de manos al pasar las hojas del libro, y las miradas que se prolongaban más de lo necesario crearon una sensación que los envolvía en un espacio más íntimo de lo esperado.
Cuando la clase estaba por terminar, el ambiente ya no podía sostener más esa tensión. Con el pretexto de revisar una frase más de cerca, ambos se acercaron y en un instante, sus labios se encontraron en un beso que parecía inevitable. Lo que había comenzado como una simple lección de ruso se había transformado en carias, besos y el fuerte deseo de ir quitándose la ropa. Cuando Reynell terminó desnudándose ante la rusa, no dudó en besar entre las piernas de la rubia, aumentando más las ganas que ambos tenían de terminar cogiendo en el sofá.
Lisa y su esposo Carlos, un hombre protector y muy celoso, esperaban en la sala cuando su hijastra, Valeria, llegó a casa con su nuevo novio, Andrés, un joven universitario que había conocido en la facultad. Carlos no pudo evitar sentir una inquietud desde el momento en que el chico cruzó la puerta, a pesar de que Andrés parecía educado. Un mal presentimiento comenzó a crecer en la mente de Carlos, aunque no podía señalar nada concreto.
Después de estudiar en el comedor, Valeria y Andrés subieron a la habitación de ella con la excusa de estudiar para un examen. Carlos, incapaz de relajarse, se quedó en la sala conversando con su esposa Lisa , pero en realidad sus oídos estaban atentos a cualquier sonido proveniente del piso superior. Lisa, al notar la tensión de su esposo, trató de tranquilizarlo, recordándole que Valeria era una chica de casa. Pero Carlos no podía evitar imaginar lo que podría estar pasando a puertas cerradas.
Arriba, en la habitación de Valeria, la atmósfera había cambiado. El estudio pronto fue desplazado por la proximidad física entre los dos jóvenes, las risas suaves se tornaron en miradas intensas y cercanía. El deseo entre ellos era creciente, los besos no tardaron en presentarse mientras ambos se iban quitando la ropa, desnudándose hasta terminar con la joven universitaria dando brinquitos sobre la erección de su novio.
En el consultorio del terapista Brayan, llegó una putita con el culo adolorido. Ella cuenta que durante uno de sus entrenamientos se lesionó el coxis y le cuesta caminar, como si tuviera una erección clavada en su estrecho ano.
El terapista Brayan decide darle una de las terapias más efectivas y más difíciles de hacer, el masaje de coxis. Consiste en introducir su frondosa verga negra a travez de su estrecho coño, para que así pueda enderezar y aliviar su dolor en el culo. Ella al tener mucha necesidad de seguir entrenando acepta comerse esa verga con su carnosa concha.
La terapia inicia y se puede sentir como la camilla se mueve mientras el trozo de carne entra por ese túnel acrobático. Los fluidos de amor se desbordan por las paredes vaginales de aquella puta de culo blanco mientras gime para que se cure su lesión. La leche sanadora de lesiones impregnará el hoyo y coxis de aquella ramera.
Andrea Andrade y su novio Diego, intrigados por el misterio de lo sobrenatural, decidieron jugar la ouija en una noche sentados en el suelo de la sala, ambos sostuvieron el puntero mientras invocaban al más allá, sin esperar que realmente alguien respondería. Al preguntar quién estaba ahí, las letras deletrearon lentamente: "Brayan".
De repente, una entidad con enorme pene apareció detrás de Diego, inmovilizándolo mientras su rostro se contorsionaba de dolor. Andrea intentó ayudarlo, pero sintió un escalofrío recorrer su espalda al escuchar una voz profunda susurrando su nombre. Brayan, el demonio, le sonreía con una intensidad que mezclaba peligro y seducción, mientras su toque oscuro empezaba a apoderarse de sus pensamientos.
Andrea, hechizada por la atracción inexplicable que sentía hacia Brayan, se acercó a él, olvidando a su novio Diego. La temperatura entre ambos creció hasta que sus pieles se rozaron, sumiéndola en un beso y caricias prohibidas. En ese instante, Andrea no pensaba en otra cosa más que chupar ese enorme miembro.