Los mejores videos
En una cálida noche, Omar se asoma al cuarto de su hijastra y descubre lo mucho que se desarrolló la putita. Se empieza a cuestionar como no se dio cuenta que semejante culo se paseaba por su casa todos los días.
Al día siguiente, la inocente petite con culo redondo decide enfrentar a su padrastro en el pasillo. Se había dado cuenta como el pervertido de Omar se sobaba la verga con ella la noche anterior y decidido tentarlo. Lo arrincono y le confeso lo mucho que se mojaba cuando lo veía. Cuando todo estaba listo para la acción, él se arrepiente.
Más tarde, la puta cachonda de su hijastra decide tentarlo nuevamente mientras la esposa de Omar se bañaba. Y por fin, padrastro e hijastra empezaron a copular mezclando sus fluidos. Mientras la habitación se llenaba de sudor, saliva y semen, su madrastra los observaba.
Pablo Emilio Escobar es una de las figuras más reconocidas y queridas en la hermosa ciudad de Medellín, Colombia, por supuesto que él no podía dejar pasar la bochornosa humillación que recibió la selección de su país frente al partido contra Argentina. Mucho menos permitir que un par de sensuales argentinas se atrevan a refregarle en la cara tal injusta victoria. Al encontrarlas, el par de pibas se atrevieron a decirle a Pablo la cantidad de copas que habían ganado, él como todo un caballero las felicita, no sin antes decirles que no iba a tolerar esa falta de respeto a su persona.
Antonella Lili una delgada y curvilínea bonaerense vestía una ajustada camiseta de su selección albiceleste, acompañado de una cortita falda que cubría apenas su hermoso y enorme culo. Ella acompañada de su sensual amiga, quien tenía las piernas más sexys, que lucía de forma elegante mientras cruzaba las piernas.
Ambas argentinas después de que Pablo les reclamara sobre su imprudente burla, se quejaron con él, porque habían provocado demasiado a uno de los ayudantes de Pablo y él ahora tenía enormes ganas de grabar al par de pibas. Lejos de hacerles caso acerca de su queja, él impuso su autoridad diciendo que su fiel compañero Popeye podía hacer lo que a él le plazca. La tensión sexual entre ellos fue aumentando tanto que ellas mismas terminaron besando al gran Popeye, incluso dándole una excelente mamada.
Reynell, un joven atlético de piel morena, caminaba por la playa disfrutando del aire fresco y el sonido relajante del mar, cuando notó a una mujer de pie sola viendo al mar mientras lloraba. Era una hermosa mujer mexicana de mediana edad, con una expresión de tristeza profunda en su rostro mientras miraba el horizonte. Intrigado y sintiendo la necesidad de ayudar, se acercó a ella y le preguntó qué le pasaba. Ella, con una voz temblorosa, le confesó que había venido a este país para encontrarse con un hombre que conoció a distancia, un novio que había soñado que sería el amor de su vida. Sin embargo, para su desdicha, al llegar se enteró de que él estaba casado, dejándola sola y sin recursos para volver a México.
La historia conmovió profundamente a Reynell, quien no pudo evitar sentir empatía por la situación de aquella mujer. Ella le explicó que no tenía dinero para regresar a su hogar y ahora se encontraba perdida en un país extranjero, sin saber qué hacer. Reynell, lleno de compasión, decidió ofrecerle una solución, aunque un tanto atrevida. Le dijo que le daría el dinero que necesitaba para regresar a casa, pero a cambio, le pidió un beso. También le ofreció que lo acompañara a su casa para que pudieran hablar y así brindarle un poco de compañía en esos momentos difíciles.
Ella, sorprendida por la propuesta, lo miró con una mezcla de incertidumbre y agradecimiento. La oferta era inusual, pero la amabilidad y la calidez que veía en los ojos de Reynell la hicieron confiar en él. Tras un breve silencio, se inclinó hacia él y lo besó suavemente, sellando el trato bajó hasta ponerse de rodillas y comenzar a chuparle el pene. Luego, juntos, caminaron hacia el auto de Reynell, dejando atrás la playa y su tristeza, mientras ella encontraba un pequeño rayo de esperanza en medio de su desilusión.
Supay y Brayan el Nero Botas eran dos trabajadores dedicados y leales en la empresa de Liza Bullock. Durante la fiesta de Año Nuevo organizada en la elegante mansión de su jefa, el ambiente festivo se llenó de risas, música y coqueteos. La noche avanzaba, y Liza, satisfecha por el éxito de la celebración, decidió retirarse a su habitación.
Sin embargo, el fuego de la noche aún ardía para Supay y Brayan. Entre miradas cómplices y sonrisas cargadas de coqueteo, se encontraron subiendo silenciosamente las escaleras hacia la habitación de Liza. El eco de sus pasos mezclado con el latido acelerado de sus corazones creó un ambiente de deseo y misterio.
Frente a la puerta entreabierta, la tensión se volvió insostenible. Sin mediar palabra, sus cuerpos se acercaron con urgencia, y un torrente de besos y caricias apasionadas estalló entre ellos. El año nuevo había traído más que celebración, había desatado una pasión sexual inesperada que ninguno de los 3 pudo contener, desatándose en el mejor sexo de año nuevo.
Una chica latina de cuerpo delgado pero con un culo redondo está jugando voleibol sola en el parque, mientras un tipo la observa y graba sin que lo note. Él la mira con morbo y después de un rato decide acercarse para proponerle algo subido de tono, le ofrece dinero para que le muestre su cuerpo en público, ya que tiene un fetiche con el exhibicionismo.
La chica se sorprende al verlo, porque es un hombre negro muy alto. Al principio rechaza su oferta, pero al final no puede resistir la cantidad de dinero. Así que acepta enseñarle su trasero y sus tetas en el parque antes de irse con él a su casa.
Una vez en su casa, todo se vuelve puro desenfreno. La chica se luce, montándose con ganas y disfrutando del sexo salvaje. Al final, termina dominando al tipo, dejándolo completamente rendido.
Vicky, una mujer de curvas sensuales y pechos generosos, se encontraba en una estación de autobuses, con una lata de refresco en la mano. Recién había salido de una fiesta que la había dejado agotada, y solo pensaba en llegar a casa, quitarse la ropa y caer en la cama. Distraídas por la música que aún resonaba en su mente llega un hombre alto y atlético, de piel morena, se acercó lentamente. Se presentó como Reynell, rompiendo el silencio con una sonrisa confiada y comentarios casuales. Al principio, Vicky se mantuvo seria, casi desinteresada, pero algo en la seguridad de Reynell la hizo bajar la guardia poco a poco.
Conforme la conversación avanzaba, Vicky se fue sintiendo más cómoda. Sus risas surgían de manera natural y Reynell no solo era atractivo, sino que su manera de hablar la envolvía, haciéndola olvidar por momentos que estaba en una estación esperando un autobús que parecía tardar eternamente. La chispa entre ambos era innegable, y cuando él le sugirió que continuaran la plática en su departamento, Vicky dudó solo un segundo antes de aceptar, guiada por una mezcla de curiosidad y deseo. Subieron juntos al coche de Reynell, mientras el aire entre ellos se volvía cada vez más cargado de una tensión sutil pero creciente.
Al llegar al departamento, Vicky se quitó los zapatos, sintiendo por fin el alivio que tanto había deseado, mientras Reynell, desde la cocina, le ofrecía una copa de agua. Entre miradas cómplices, ambos se fueron acercando hasta que ya no hubo más palabras. Reynell la tomó suavemente por la cintura, y sin mediar palabra, sus labios se encontraron en un beso profundo y apasionado. Ella en un acto de complicidad se puso de rodillas para darle besos en la erección, terminando en una buena mamada. Lo que había comenzado como una simple charla en una estación de bus culminó en una noche donde el deseo entre ambos se desató sin contención.
Las costumbres en la India, suelen ser incomprendidas para otras culturas, pero no para el señor Fiu Fiu. El vive cómodamente en algún lugar de la India junto con su cachonda esposa Vero Aguas y sus dos hijastros.
Los cachondos de la casa, empezaron a desarrollarse y tener necesidades sexuales propias de la edad. Así que un día de calentura, decidieron ir hacia donde su madrastra para demostrarles lo mucho que crecieron. Asomaron sus venosas vergas en la cara de su madrastra y ella con gusto les dio placer con la lengua.
Los consentidos de la familia le empezaron a expandir la vagina con sus resbalosos miembros sexuales. Sin embargo, fueron interrumpidos por el jefe de casa, que se quedo orgulloso observando como los dos hijastros le llenaban el culo a su esposa con caliente esperma y manteniendo la tradición que llevan durante años.
Reynell, un joven atlético de 24 años, decidió ir a almorzar a su restaurante chifa favorito después de una intensa sesión de entrenamiento. Al llegar, fue atendido por una camarera nueva que no había visto antes. Ella, de cabello castaño, piel pálida y unas curvas que resaltaban bajo su uniforme, le sonrió y llamó su atención de inmediato. Desde el primer intercambio de miradas, ambos sintieron una química notable. Mientras ella le tomaba la orden, las miradas se prolongaban un poco más de lo necesario, y pequeñas sonrisas cómplices comenzaban a fluir entre los dos.
A lo largo de la comida, los coqueteos se hicieron más evidentes. Cada vez que la camarera se acercaba a su mesa, le lanzaba pequeñas bromas y comentarios que hacían que Reynell sonriera, y él, sin perder el ritmo, le respondía con un tono seductor. Las miradas se volvían más intensas, y la tensión en el aire era difícil de ignorar. Ella encontraba excusas para acercarse a la mesa, mientras él disfrutaba cada segundo de esa inesperada complicidad. Los platos vacíos se acumulaban, pero la conversación silenciosa entre ellos seguía creciendo.
Al terminar su comida, Reynell, con un brillo en los ojos, decidió ir un paso más allá. Mirando fijamente a la camarera, con una sonrisa traviesa, le hizo una propuesta directa pero juguetona. La invitó a su departamento, insinuando que ahí podría darle una propina mucho más interesante que la habitual. Ella, sonrojada pero claramente intrigada, aceptó la invitación con una sonrisa cómplice. Sin palabras de más, ambos sabían que lo que había comenzado como una simple comida en un chifa terminaría con algo mucho más apasionado y fuera del menú.
Wanda Maloo, una sensual abogada conocida por su sensualidad y carisma, estaba en su oficina revisando documentos mientras su mente divagaba en pensamientos más personales. Vestía una falda corta que dejaba ver sus largas piernas y tacones que resonaban con cada paso que daba en el elegante despacho. Aunque tenía una carrera exitosa, en ese momento deseaba algo más que logros profesionales; ansiaba el afecto de un hombre varonil que pudiera hacerla sentir deseada. Justo cuando esos pensamientos la envolvían, llegó su cliente, un chico rebelde con fama de meterse en problemas, que había acudido a ella para que lo ayudara con su caso.
El joven, de aspecto rudo y mirada desafiante, no tardó en notar la belleza de Wanda. Mientras ella le explicaba los pormenores legales de su situación, sus ojos no podían evitar posarse en las piernas de la abogada, cruzadas con elegancia, lo que aumentaba la tensión entre ambos. Wanda, al darse cuenta de las miradas constantes, decidió dejarse llevar por su coquetería, disfrutando del poder que tenía sobre él. A medida que la conversación avanzaba, sus palabras se volvieron más suaves, y su lenguaje corporal más sugerente. Cada vez que el joven intentaba concentrarse en el caso, Wanda lo seducía sutilmente, sabiendo que él no podía resistirse.
Finalmente, la tensión llegó a un punto innegable. Los roces y miradas intensas culminaron en un momento de pura atracción cuando Wanda se inclinó sobre su escritorio, acercándose más de lo necesario. Él, sin pensarlo dos veces, tomó la iniciativa, y sus labios se encontraron en un beso cargado de pasión reprimida. Los papeles del caso quedaron olvidados sobre la mesa mientras ambos se entregaban al deseo que había estado creciendo desde el momento en que él entró en la oficina. En ese instante, la abogada y su cliente cruzaron una línea que no estaba en ningún código legal.
Es bien sabido que el yoga es una ancestral práctica que ayuda a disminuir el estrés, la ansiedad y todo malo pensamiento, pero particularmente en estas clases funcionó para elevar el libido de todos los presentes. Verito Aguas, una sensual mexicana de grandes y bien formadas tetas que resaltan en cualquier prenda que se ponga, además de gozar de un enorme culo de milf y un derrier espectacular, tiene la actitud de toda una putita y como si eso no fuera poco le gusta usar las prendas más ajustadas que encuentre, dando a lucir un perfecto y redondo par de nalgas, listas para ser folladas.
En estas peculiares clases de yoga, la jovencita se encontrará con Brayan, un muy bien dotado personal trainer que la hará llegar hasta el máximo de sus estiramientos, pero también al máximo placer sexual.
Este par de pervertidos no contendrá las ganas de follar y la cercanía de sus cuerpos los llevará a cometer toda clase de fantasías eróticas.
Milagros Raiza es directora número uno y eso lo demuestra diariamente con sus alumnos, pero la inteligencia no es su único atractivo, la mujer de 40 años tiene un oscuro secreto, ¡Es tremenda PUTA! Le encanta lamer glandes, cabalgar sobre gruesas erecciones y sobretodo ponerse sabrosa dando besos negros a todo hombre que se atreva a intimar con ella.
La hermosa peruana de tetas grandes tiene a una morbosa fetichista escondida por dentro, la muy putona ama dejar con la verga erecta a sus compañeros, poniéndose a coquetear, como una ninfómana, dejando caer lapiceros para agacharse y mostrar su enorme culo o abrirse unos botones de la camisa para andas deleitando con su escote.
Ella tiene a todos con la verga dura, pero sobre todo a sus dos mejores alumnos, JM Boy y Brayan ´´el botas´´ ambos con la calentura a más no poder atentos a las tetas de Milagros.¿Afortunadamente hoy es el día de suerte para ambos, porque la muy putita se irá calentando hasta terminar quitándose la ropa.
Marco, un joven de verga grande adicto a la masturbación descubrió recientemente un oscuro secreto sobre su madrastra. Resulta que la muy puta es una reconocida actriz porno que rebota su moreno culo a hombres vergones frente a la cámara.
Desde que lo descubrió Marco no dejó de sobar su palo al punto de dejar su mano acalambrada, pues Angela Ebony se convirtió en su actriz favorita. El muchacho acostumbro a dejar todas sus sabanas llenas de semen, todo sea por verla a ella.
Un día su madrastra lo descubrió y decidió enfrentarlo y decirle que es un enfermo. El no resistió que esas tremendas tetas le hablaran y se dejaron llevar por la tentación. Madrastra e hijastro hicieron rebotar la cama hasta dejarla empapada de todos sus jugos de amor
En la InkaEscuelita llego una nueva profesora decidida a llevar la educación al siguiente nivel. La muy puta está dispuesta a dar clases de educación sexual con su propia concha y las erectas pollas de sus alumnos.
Su inusual método llama la atención de tres cachondos estudiantes que deciden quedarse hasta el final de la clase para aprender correctamente con el arrecho cuerpo de su maestra de culo grande.
Sin embargo, solo uno de ellos decide sacarse la verga y demostrar lo mucho que aprendió en esa clase sexual. Sus demás compañeros solo se contentan con chuparles las tetas a la maestra. Mientras que el macho le abre la concha a su maestra instruyéndose así sobre el correcto uso de una verga.
Andrea Andrade y Fiu Fiu llevaban años de matrimonio y decidieron acudir a terapia de pareja para fortalecer su relación, ya que al mayor no se le paraba. Desde el primer momento, el doctor que los atendió, un hombre de porte elegante y sonrisa cautivadora, captó la atención de Andrea. Sus miradas expresaban un deseo sutil, y cada palabra suya parecía resonar con una intensidad inesperada. Fiu Fiu notó la química, pero en lugar de incomodarse, sintió algo que no podía explicar: una mezcla de curiosidad y emoción.
Durante una de las sesiones, el doctor elogió la pasión y fuerza que veía en Andrea. Sus palabras, envueltas en un tono cálido, hicieron que Andrea se sonrojara mientras Fiu Fiu observaba en silencio. Algo en la escena lo intrigaba; ver a su esposa bajo esa luz, deseada y admirada, encendía en él una sensación de orgullo y una extraña conexión con la situación. Andrea, por su parte, notaba cómo Fiu Fiu sonreía levemente, más atento que molesto.
Nadie imaginaba que la terapia terminaría con la joven y sensual Andrea teniendo sexo con el atlético terapista, quién no dudó dos veces en meterle su enorme verga en aquel estrecho coñito. El hombre mayor solo atinó a ver cómo se cogían a su esposa.
Llegó San Patricio, la fiesta más esperada por muchos, sobretodo por Marco, el inmaduro y bromista novio de Ebony, una sensual y hermosa mujer morena de curvas despampanantes y enormes tetas, mismas tetas que serían besadas y chupadas por un inesperado visitante.
Terminando la fiesta de San Patricio, Marco quería seguir festejando y ya estaba incomodándo a los demás, por el contrario de Ebony quien ya quería irse a casa, sin esperarlo ella se fué de la fiesta y Marco la siguió, no sin antes llevarse un pequeño recuerdo, una olla verde con monedas dentro.
Una vez en casa, la sensual Ebony notó que la olla tenía algo mágico y de ahí salió un pequeño duende tatuado y vergón. La putita no resistió sus ganas y acabó chupando esa tremenda verga del duende.
Andrea y Milagros, dos amigas sensuales que habían pasado varios años en Estados Unidos, llegaron a Lima emocionadas por su estadía en Perú. Decidieron alquilar un departamento juntas para disfrutar al máximo su visita, pero no esperaban que el lugar ya estuviera ocupado por dos hombres morenos que también compartían el espacio. Al principio, la sorpresa fue evidente, pero tras una breve charla con los chicos, todo fluyó de manera natural. La energía juvenil y la buena vibra entre todos rápidamente rompieron cualquier incomodidad inicial, y los cuatro decidieron convivir sin problemas.
En poco tiempo, se dieron cuenta de que compartían un interés común: el ejercicio. Tanto Andrea como Milagros, dedicadas a mantenerse en forma, empezaron a hacer rutinas diarias junto a los chicos en la sala de la casa. Con el sudor corriendo por sus cuerpos y la adrenalina fluyendo, los entrenamientos se convirtieron en momentos de conexión, donde las bromas y las miradas se volvían cada vez más intensas. La cercanía de los cuerpos durante los ejercicios, los roces accidentales y el ambiente de candente fueron generando una tensión creciente entre el grupo.
Lo que empezó como simples rutinas físicas pronto se transformó en algo mucho más íntimo. Las miradas cómplices entre Andrea y uno de los chicos, y entre Milagros y el otro, fueron el detonante de lo inevitable. Yendo al cuarto, la tensión explotó, y los cuatro se entregaron al deseo, cada uno besando a su pareja de ejercicio. Lo que comenzó como una convivencia casual se había convertido en una intensa conexión de deseo y lujuria, donde la atracción que había estado creciendo se desbordó por completo.
La hermosa Marina Gold una radiante peruana pelirroja con actitud de putita y grandes atributos, como son su angelical rostro, sus perfectas y paradas tetas disfruta de un perfecto día acompañada del afortunado hombre que la lleva a dar un paseo por un centro comercial, donde ella modeló su sensual conjunto, una pequeño short cortito que cubría apenas su perfecto y enorme culo, dejando a la vista su perfecto trasero y esas sensuales piernas.
La atrevida pelirroja se tomaba selfies sugerentes y sensuales, sin darle importancia que las demás personas puedan verla comportarse como una putita. La hermosa Marina Gold sacaba la lengua en cada foto, esto calentó demasiado a su acompañante el cual no dudó en terminar el día en el centro comercial, llevándosela a un lugar más privado.
Una vez ambos llegaron a casa, las ganas eran tan grandes que no lograron contener los besos apasionados en la boca, ni bien llegaron a la habitación ambos terminaron por quitarse la ropa el uno al otro, ya que la traviesa Marina no podía aguantar las ansias por ver de que tamaño tenía la verga aquel sensual hombre. Apenas se la vió ella comenzó con una buena mamada, misma que fue escalando hasta terminar en el mejor sexo pasional.
Seis putas fanáticas del reconocido jugador de futbol “Cholondinho”, lograron llegar hasta la puerta de una de sus casas. Ellas fueron recibidas por el representante de la estrella y estaban mojadas de la excitación por conocer a su idolo.
Cuando por fin conocieron a Cholondinho aprendieron a jugar con las bolas en la cancha, pero por la noche también jugaron con las bolas negras de Cholondinho. El pingon del futbol anoto gol en cada uno de los huecos de las putas de diferentes nacionalidades sin fallar ningún tiro.
El gran palo negro entraba y salia de cada una de ellas llenando el cuarto de muchos fluidos. Y así después de un excitante partido con todo y bolas, la super estrella del futbol logro ganar el mundial llenando los arcos de mucho esperma.
En el consultorio del terapista Brayan, llegó una putita con el culo adolorido. Ella cuenta que durante uno de sus entrenamientos se lesionó el coxis y le cuesta caminar, como si tuviera una erección clavada en su estrecho ano.
El terapista Brayan decide darle una de las terapias más efectivas y más difíciles de hacer, el masaje de coxis. Consiste en introducir su frondosa verga negra a travez de su estrecho coño, para que así pueda enderezar y aliviar su dolor en el culo. Ella al tener mucha necesidad de seguir entrenando acepta comerse esa verga con su carnosa concha.
La terapia inicia y se puede sentir como la camilla se mueve mientras el trozo de carne entra por ese túnel acrobático. Los fluidos de amor se desbordan por las paredes vaginales de aquella puta de culo blanco mientras gime para que se cure su lesión. La leche sanadora de lesiones impregnará el hoyo y coxis de aquella ramera.
Michelle comenzó su primer día de trabajo en una clínica quiropráctica, emocionada por su nuevo empleo como masajista. Al llegar, fue recibida por el doctor Fiu, un profesional con años de experiencia, le dio indicaciones claras sobre cómo proceder con los pacientes. La clínica era pequeña pero acogedora, y rápidamente el lugar empezó a llenarse de gente cuando los pacientes comenzaron a llegar. Michelle observó mientras el doctor atendía a una mujer llamada Lisa, quien sufría de dolor en el cuello. El doctor trabajó con precisión, mientras Michelle se preparaba para su primer paciente.
Poco después de que Lisa terminara su sesión, llegó su esposo Brayan, un hombre atlético que se quejaba de un dolor en la espalda. Michelle se encargó de atenderlo, invitándolo a pasar a la sala de masajes. Con profesionalismo, le pidió que se quitara la camisa para comenzar el tratamiento. Brayan, algo nervioso al principio, obedeció mientras Michelle calentaba sus manos para comenzar a trabajar en los músculos tensos de su espalda. A medida que las manos de Michelle recorrían la piel de Brayan, la cercanía y el contacto físico hicieron que una tensión palpable comenzara a crecer entre ambos.
El silencio en la sala, acompañado del sonido de la respiración profunda de Brayan, intensificó ese ambiente cargado de sensualidad. Mientras las manos de Michelle trabajaban suavemente en los nudos de su espalda, ella no pudo evitar notar el magnetismo que sentía hacia él. La tentación fue demasiado fuerte. En un movimiento espontáneo, Michelle se subió sobre Brayan y así pudo masajear mejor su espalda. Al terminar con su espalda, le pidió Brayan ponerse boca arriba, aunque él ya tenía el cuerpo totalmente desnudo ella no dudó en subirse, los roces se intensificaron y casi sin pensar, lo besó suavemente en los labios ,mientras él le subía la blusa tocándole los senos. Lo que había comenzado como una sesión de masajes terapéuticos se transformó en un momento íntimo que ninguno de los dos había previsto pero ambos parecían desear.